Aprendamos como se prepara una salsa roquefort, una de las mejores para acompañar carnes. Su preparación es bastante sencilla y su sabor es inigualable.
Claro que esta salsa no es sólo para carnes, sino también para pollo, pescado, pastas, ensaladas y otros alimentos. ¿Han probado una salsa de queso azul para pastas? Es una maravilla.
Esta salsa viene, evidentemente, del queso roquefort originario de Francia, madurado y de sabor fuerte, y con una denominación de origen muy protegida. Este forma parte de los quesos azules, y entonces podemos hablar también de salsa de queso azul, para poder usar este ingrediente sin importar su origen.
Receta de salsa roquefort
Ingredientes
- 100 gr de queso roquefort o queso azul
- 200 ml de nata o crema de leche
- 2 cucharadas de leche
- 1 cucharadita cafetera de maizena o fécula de maíz
- 1 diente de ajo
- 1 pizca de nuez moscada
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida al gusto
Elaboración paso a paso
- Pelar el diente de ajo y triturar el contenido.
- Desmenuzar el queso azul.
- Calentar la nata en una cacerola, a fuego mediano.
- Mezclar el queso desmenuzado y el triturado de ajo con la nata, una vez que esta se haya calentado.
- Mezclar todo para que el queso se integre a la crema.
- En una taza pequeña, agregar las dos cucharadas de leche y disolver en ella la cucharadita cafetera de Maizena. Una vez bien disuelto el polvo, y que no haya ningún grumo, agregar el contenido de la taza a la cacerola.
- Sumar a la preparación la pizca de moscada, un toque de sal y otro de pimienta.
- Remover bien la mezcla hasta que tome una consistencia homogénea.
- Probar la sazón y rectificarla en caso de que haga falta alguna especia.
- Si consideras que la salsa está demasiado cremosa para tu gusto, puedes agregar un poco más de leche para que se vuelva más liquida.
Salsa de roquefort con leche o sin nata
Para esta versión, utiliza 200 ml de leche para reemplazar la nata. Añade también a la preparación un par de cucharadas de mantequilla, y aumenta la cantidad de Maizena de una cucharadita cafetera a una cucharada sopera. Ya te imaginarás que necesitaremos darle más consistencia a esta variante de la salsa de queso azul.
Recuerda continuar removiendo todos los ingredientes en la cacerola, mientras se mezclan con el calor para lograr una consistencia uniforme.
Para una salsa menos calórica puedes usar leche light.
Para una salsa con más cuerpo, puedes utilizar leche evaporada en lugar de leche convencional. En este caso, sólo necesitarás 100 mililitros de leche evaporada por 100 gramos de queso.
Salsa de queso roquefort con mayonesa
Esta es otra versión de la salsa de queso azul, que se prepara sin calentar, para no separar los ingredientes de la mayonesa. Es por esto que es importante que te asegures de desmenuzar el queso azul en los trozos más pequeños que puedas.
De hecho, mejor empecemos de cero para esta variante de la salsa roquefort. Olvídate de los ingredientes originales. Todo lo que vas a necesitar es 100 gramos de roquefort bien desmenuzado, 100 gramos de crema de leche, 100 gramos de mayonesa y el jugo de medio limón.
Mezcla todo muy bien en frío, y añade una pizca de pimienta negra molida. Ayúdate con un tenedor por si llegas a necesitar triturar algún trocito de queso más grande que el resto.
Esta versión funciona mejor para ensaladas, en aperitivos o con platos fríos.
¿Con qué se come la salsa roquefort?
Bueno, ya dimos algunas pistas para responder esta pregunta, pero bienvenido al mundo de las posibilidades. Esta salsa es tan deliciosa que puede combinarse con los sabores más inesperados y crear combinaciones explosivas.
Ya adelantamos que se puede usar con ensaladas, como nuestra receta de ensalada de pollo. También en el aperitivo, con crudités, con aros de cebolla, patatas fritas y hasta con aceitunas.
- Salsa roquefort para carnes: Posiblemente en la receta en la que casi todos están pensando es en un famoso solomillo de ternera en salsa roquefort. Y sí, es algo absolutamente indescriptible. También puedes ponerle esta salsa a prácticamente cualquier corte de carne de ternera o de cerdo, a unos buenos medallones, unas chuletas o incluso unas costillas. Tu plato se va a transformar en un instante.
- Salsa Roquefort para pollo: Ya hablamos de nuestra ensalada de pollo, que podemos aderezar con esta salsa. Personalmente, yo amo preparar unas buenas croquetas de pollo y servirlas con esta salsa para el aperitivo, aunque también queda soberbia con alitas o con nuggets.
- Salsa roquefort para pastas: Una salsa de queso azul que viertas sobre la pasta más simple del mundo, la convertirá en un plato glorioso. ¿Quieres un tip? Puedes coronar un plato de gambas y entonces serás el rey de la cocina universal. También puedes utilizar esta salsa para cubrir unos raviolis rellenos de algún otro queso, de hongos o de vegetales.
