Las tortillas de maíz son las reinas de la cocina mexicana.
No existe un taco, una tostada, unos nachos, un plato de enchiladas, y quién sabe cuántos platos más, que no las tengan cómo protagonistas.
Es verdad que también existen las tortillas de trigo, pero sinceramente (y según mi muy democrático gusto) las tortillas de maíz son más auténticas, típicas y sabrosas. También es verdad que es posible conseguir tortillas de maíz en el supermercado, pero nada supera a unas calientitas y recién preparadas por una abuela en una tortillería, o mejor aún, unas tortillas recién hechas en casa.
Por todas esas razones (y además porque cuando sueño con comida generalmente hay tortillas presentes) hoy voy a explicar la receta de tortillas de maíz de la manera más fácil posible.
Receta de tortillas de maíz
La harina de maíz utilizada para las tortillas mexicanas no es un tipo cualquiera; se trata de harina nixtamalizada. Como siempre, para las recetas en la que este tipo de harina es obligatorio, recomiendo la marca Maseca (no porque nos den algún patrocinio en Comedera.com, sino porque es la clásica utilizada en México) y dejo a la mano el enlace que explica la nixtamalización y la diferencia con los otros tipos de harina de maíz. Si encuentran otra marca de harina nixtamalizada, adelante, que también va a funcionar.
Ahora sí, vamos con la preparación.
Haciendo tortillas de maíz paso a paso
Ingredientes
- Harina nixtamalizada: 2 tazas.
- Agua: 130 ml.
- Sal: una pizca.
- Aceite vegetal manteca u otra grasa (de preferencia, alguna de las dos que vengo de mencionar).
Elaboración paso a paso
- En un bol, mezclar la sal, la harina y el agua, con mucho cuidado para que no se hagan grumos.
- Amasar hasta que la pasta quede homogénea.
- Separar en bolas del tamaño de una pequeña pelota de golf.
- Ahora viene la parte donde se aplastan perfectamente las bolas de masa para lograr tortillas planas, delgadas y redondas. La tecnología de la cocina mexicana saca partido de las tortilleras (no de las señoras que preparan tortillas, sino de los artefactos para aplanar la masa con la forma correcta). A falta de una, cualquier útil de cocina que permita hacer presión entre dos placas planas será útil, siempre que se cubra con películas de plástico (bolsas plásticas, por ejemplo, de ambos lados).
- Hacer la presión necesaria para que cada tortilla se aplane lo suficiente, y valerse de las películas plásticas para despegar la masa con facilidad, sin que pierda la forma. De aquí, las tortillas irán directamente a la plancha.
- Calentar una plancha ligeramente engrasada y posar cada tortilla hasta que se dore, dando la vuelta para que las dos caras queden iguales.
- Las tortillas se van guardando en torre, al interior de un paño o tela limpia, para conservar el calor y la humedad. Una vez dentro del paño, pueden meterse en un recipiente.
Listo; así de fácil. Aparte del sabor, yo amo perdidamente el olor que dejan en la cocina.
Hay personas que se comen las tortillas sólo con sal (¡y chiles!), o enrolladas acompañando cualquier plato de comida. Mejor aún, enrolladas y mojadas en salsa.
Si repiten esto, yo negaré siempre que lo dije, pero la mejor manera de comer tortillas enrolladas es limpiando la salsa o en mole que quedó en un plato (sí, no me importan en lo más mínimo las reglas de la etiqueta formal).
Buena suerte amasando y logrando la forma de las tortillas. Buen provecho.
