Nuestra receta de crema de guisantes es muy sencilla pero muy nutritiva.
Por razones de practicidad y rapidez, para esta receta voy a utilizar guisantes congelados. Sin embargo, si tienen la opción de preparar los guisantes frescos, la receta tomara más tiempo, pero será todavía más saludable.
Cómo hace crema de guisantes casera
Para preparar la crema de guisantes, también vamos a necesitar caldo de verduras. Hay quienes solamente utilizan agua y desde mi punto de vista, terminan con todo el encanto de esta deliciosa receta.
De hecho, recomiendo tener una reserva de caldo de verduras preparado en casa, sobre todo durante las estaciones frías. Esta base servirá para preparar diversas recetas de cremas caseras, cómo esta crema de guisantes o, por ejemplo, nuestra receta fácil de crema de coliflor o una buena crema de verduras.
Receta de crema de guisantes rápida
Ingredientes
- 1 cebolla blanca
- 1/2 kilo de guisantes congelados
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 dientes de ajo
- 4 tazas de caldo de verduras
- Sal
- Pimienta molida
- 2 cucharadas de crema de leche
Elaboración paso a paso
- Yo comienzo por picar una cebolla en trocitos muy pequeños. Hay quienes no utilizan cebolla en sus preparaciones de crema de guisantes, pero desde muy punto de vista, este ingrediente le da una base aromática al plato. Para mí es casi irremplazable.
- También nos ocuparemos del ajo. Pelaremos los dientes y los picaremos menudamente, o mejor aún, los trituraremos.
- Luego, tendremos que buscar una cacerola anti adherente, de buen tamaño. La calentaremos con un poco de mantequilla, muy rápidamente, para que este ingrediente se funda, pero sin llegar a oscurecerse. Esto cambiaría los sabores que queremos darle al plato. Es muy importante no distraerse en este paso.
- Para continuar, agregaremos la cebolla y los ajos, y los sofreiremos durante cinco minutos, removiendo constantemente.
- Pasado este tiempo, incorporaremos los guisantes. A medida que se vayan descongelado, los iremos moviendo y separando con una cuchara de cocina, para acelerar la cocción.
- Daremos cinco minutos a los guisantes para que se vayan deshaciendo y cocinando. Durante este tiempo, los moveremos con frecuencia.
- Pasados los diez minutos, verteremos el caldo, mezclaremos, taparemos y dejaremos cocinar por 10 minutos.
- Terminado este tiempo, pasaremos el contenido de la olla a una licuadora. Antes de licuar los ingredientes, agregaremos un toque de sal y otro de pimienta, al gusto. También agregaremos la crema de leche.
- Procesaremos todos los ingredientes hasta obtener una crema, lo más fina posible.
- Cuando hayamos obtenido la consistencia deseada, vamos a verificar la sazón y si hace falta, la corregiremos con más sal o pimienta, o las dos. Si nos parece que la crema ha quedado muy espesa, podemos agregar más caldo o en su defecto, agua. Si nos ha quedado muy líquida, podemos agregar más crema de leche para darle más cuerpo.
- La crema de guisantes debe servirse caliente. Si se ha enfriado durante el proceso de licuado, podemos regresarla a la olla y calentarla durante algunos minutos más.
- Eso es todo. La crema de guisantes está lista.
Nutrition
Consejos para la preparación de la crema de guisantes
- Hay quienes prefieren licuar la crema de guisantes antes de servirla, para obtener una consistencia más delicada. Si haces esto, no tires los residuos. Te servirán para complementar otros platos, como salsas, arroces o potajes.
- Hay quienes prefieren añadir otros vegetales a la crema de guisantes, como por ejemplo, papas o puerros. Esto es una buena idea si quieres preparar esta receta con frecuencia y cambiar un poco su sabor. También puedes utilizar las papas para obtener una crema más rendidora.
- Si no eres vegetariano, en lugar de usar caldo de verduras, puedes utilizar caldo de pollo.
- El color de la crema de guisantes es un verde intenso que crea un bonito efecto en la mesa. Puedes decorarlo con elementos de otros colores para establecer un contraste. Por ejemplo, con un poco de crema fresca o yogurt, un poco de queso parmesano rallado, trocitos de jamón o tocino (si no eres vegetariano), trocitos de hierbas frescas finamente picadas, o simplemente un hilo de aceite de oliva extra virgen.