La salsa de pimientos de piquillo se prepara muy fácilmente, con muy pocos ingredientes y tiene un sabor magnífico que potencia muchos platos (más abajo te explico al respecto).
Si bien se parece mucho a la tradicional salsa de pimientos, en este caso estamos hablando de un ingrediente específico con un sabor único como es el pimiento de piquillo, de origen español.
Te enseñamos cómo hacerla en casa con mucha facilidad.
Cómo hacer salsa de pimientos de piquillo
Ingredientes
- 8 pimientos de piquillo en conserva
- ½ cebolla
- 1 diente de ajo
- ½ copa de vino blanco
- 1 o 2 cucharas de nata o crema de leche
- Sal al gusto
Elaboración paso a paso
- Pica la cebolla y el ajo bien pequeños.
- Trocea los pimientos de piquillo en cubos o tiras, lo que prefieras.
- Calienta a fuego medio una olla o sartén con aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo durante unos 10 minutos hasta que se transparenten un poco pero cuidado que no se vayan a quemar.
- Agrega la copa de vino blanco y revuelve bien hasta que se evapore el alcohol.
- Añade los pimientos de piquillo y deja cocinar 5 minutos.
- Agrega ahora la nata y mezcla bien, siempre a fuego medio durante un par de minutos más. Ponle sal al gusto.
- Ahora vas a poner toda la mezcla en una licuadora eléctrica y tritura hasta que quede una salsa de consistencia fina y uniforme.
- Si la quieres más espesa, ponle más nata, si la prefieres más liquida ponle algo de agua, pero siempre pocas cantidades.
- Listo, ya tienes una deliciosa salsa de pimientos de piquillo.
Con qué usar esta salsa de pimientos de piquillo
El primer uso que nos viene a la mente a la hora de usar esta salsa es la de acompañar un ración de pimientos de piquillo rellenos. En este caso bañamos los pimientos con ella para potenciar su sabor.
Luego, esa salsa se puede usar para acompañar especialmente pescados y mariscos. Por ejemplo filetes de pescado a la plancha o al horno, preferiblemente bacalao, merluza, mero, dorada o similares.
De igual modo los mariscos se benefician mucho con esta salsa: calamares, gambas, langostinos, incluso vieiras o mejillones.
Pero no sólo pescado, puedes usarla para acompañar carnes de sabores suaves como el pollo o algún corte magro de cerdo.
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