Las albóndigas de bacalao son una de las recetas más fáciles y ricas que pueden prepararse con este pescado.
Esta es una de esas recetas tradicionales que nos recuerdan a las abuela. Y aunque se trata de un plato que puede comerse durante todo el año, son todavía más populares para comer en la época de Pascua.
Ten en cuenta que para preparar esta receta de albóndigas de bacalao, tendremos que empezar por desalar el bacalao y que este proceso conlleva cierto tiempo. Si necesitas ayuda para realizar esta tarea, te recomiendo nuestro artículo cómo desalar el bacalao.
Receta albóndigas de bacalao
Ingredientes
- 800 gr de patatas
- 700 gr de bacalao desalado
- 1 taza de leche
- 4 dientes de ajo según el gusto del cocinero
- Un manojo de perejil fresco
- Sal al gusto opcional
- Pimienta en polvo al gusto opcional
- 3 huevos
- Un puñado de piñones opcional
- Aceite vegetal
- Harina de trigo opcional
Elaboración paso a paso
- Para comenzar a preparar esta receta, vamos a encargarnos de la cocción de las patatas. Conseguiremos una cacerola de buen tamaño para que quepan todas, junto con suficiente agua para que queden cubiertas. Por supuesto, hay que lavar bien estas verduras y dependiendo del gusto de cada cocinero, decidir si se le deja o se les retira la piel (yo siempre se las dejo).
- Deja hervir las patatas durante suficiente tiempo para que se cocinen (esto dependerá en buena medida del tamaño de cada patata). En promedio, entre 20 y 30 minutos deberían ser suficientes.
- Mientras se cocinan las patatas, vamos a desmigajar el bacalao desalado. Por supuesto, si ya lo han comprado en migas, nos ahorraremos este paso. También hay que asegurarnos de que el pescado esté limpio de espinaq, de piel y de cualquier otra parte no comestible o que interfiera con la consistencia suave de su carne.
- Una vez terminada la primera mitad del tiempo de cocción de las patatas, incorpora las migas de bacalao a la olla para que también hiervan un poco. Como lo dije antes, hay que asegurarnos de contar con una olla de buen tamaño.
- Durante los minutos de cocción que quedan, puedes aprovechar para lavar bien el perejil. Luego, habrá que escurrirlo y entonces lo picaremos muy finamente.
- En el caso de los ajos, aprovecharemos para pelar los dientes y también los picaremos lo más finamente que podamos. Reservaremos tanto el ajo como el perejil.
- Cuando ya veas las patatas cocidas, apaga el fuego y retira la olla del calor. Con cuidado, cuela el contenido de la olla y trata de escurrirlo todo lo que puedas. Mientras menos agua quede, mejor será la consistencia de base para la masa de las albóndigas.
- Con las patatas y el pescado escurridos, vamos a hacer una pasta. Para esto, tenemos varias opciones: aplastar los ingredientes manualmente con un tenedor o un triturador para puré, o mejor aún, pasarlos por un buen robot de cocina. Yo confieso que soy fan de la modernidad, así que prefiero la última opción. También hay que tomar en cuenta la consistencia deseada para las albóndigas: el triturado manual tendrá por resultado una pasta con trocitos, mientras que un robot funcionará mejor para los que prefieren una masa más homogénea.
- Cuando hayas obtenido una pasta, añade los trocitos de perejil y de ajo cortados previamente, de nuevo, mezcla todo muy bien. Opcionalmente, si te gustan los piñones, puedes incorporar un puñado a la masa, en este mismo paso.
- El siguiente paso será incorporar los huevos al resto de la masa. Es importante tomar en cuenta el método de mezcla que estás utilizando. Esto, para evitar que los huevos se cocinen con el calor de la masa. Si estás empleando un robot, hay que ser rápido para agregar los huevos y mezclarlos inmediatamente. Si estás mezclando la pasta manualmente, puedes dejarla reposar un poco para que no esté tan caliente al momento de agregar los huevos. Si no, tendrás que ser todavía más rápido que si usaras el robot 🙂
- Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, vamos a probar la mezcla para verificar la sazón. Si hiciera falta, agregaremos sal y/o pimienta al gusto.
- Luego, dejaremos que la masa se repose durante media hora, para que tome más consistencia.
- Pasado el tiempo de reposo de la masa, buscaremos un buen sartén o cazo y allí calentaremos un chorro abundante de aceite. Mientras este se caliente, haremos bolitas pequeñas o mediana con la pasta. También hay quienes prefieren hacerlas un poco planas, como si se tratara de una especie de croquetas.
- Opcionalmente, si quieres darle más textura a este plato, puedes pasar cada albóndiga por un plato con harina, y recubrirlas antes de meterlas en el aceite.
- Freiremos las albóndigas en el aceite caliente. Las iremos rotando para que se doren por toda su superficie.
- Cuando vayamos sacando las albóndigas fritas, las depositaremos en un plato cubierto con una hoja de papel absorbente. De esta manera, le quitaremos el exceso de grasa.
- Eso es todo. Las albóndigas de bacalao están listas para servirse.
Consejos para la preparación de las albóndigas de bacalao
- Otra de las preparaciones tradicionales de esta misma receta, utiliza pan de miga en lugar de patatas. Para incorporarlo a la mezcla, primero hay que remojarlo en leche y luego, puede mezclarse con el bacalao para obtener una base para las albóndigas. También hay variaciones que utilizan pan seco rallado o harina de trigo.
- Privilegia las patatas “viejas” en lugar de patatas frescas. Esta recomendación se debe a que mientras menos frescas son estas verduras, menor será la cantidad de agua que contengan. En consecuencia, será más pastosas o harinosas y le darán una mejor consistencia a la pasta de las albóndigas.
- Si luego de hacer la pasta con las papas y el pescado, sientes que todavía quedará muy húmeda y que no tomará una buena consistencia, puedes regresarla a la olla (bien seca) y cocinarla un poco más de tiempo, para que deje partir más humedad. Asegúrate de vigilarla constantemente, y de removerla con frecuencia para que no se pegue a la olla ni se vaya a tostar. Cuando retires la masa del calor, déjala reposar para que se enfríe un poco, sobre todo antes de mezclarla con los huevos.
- Cuando limpies el bacalao, no tires las partes que le quites (espinas, barbas, piel, etc.). Siempre puedes usarlas para hacer un delicioso caldo de pescado. También puedes preparar una base para una deliciosa salsa, con cual acompañar estas albóndigas.
- Hay quienes no preparan las albóndigas treinta minutos después de que han terminado de hacer la pasta, sino que dejan que esta se repose durante varias horas, o incluso durante una noche completa. Efectivamente, esto puede darle una consistencia más sólida a la masa.
- Normalmente, yo no recomiendo el aceite de oliva para hacer frituras. Sin embargo, en el caso de las recetas con bacalao, es común utilizar este tipo de grasa, por el sabor que aporta a los platos. Finalmente, dependerá de cada cocinero si decide utilizar un aceite de sabor neutro, más apto para freír los alimentos, como el de girasol, de maíz o de canola, o si por el contrario, quiere impregnar el plato con el sabor del aceite de oliva (también queda delicioso).
- Mientras más pequeñas hagas las albóndigas, mejor van a cocinarse por dentro. También tendrás menos riesgo de que se rompan o se deshagan.
- Usualmente, las bolitas o albóndigas se hacen con la mano. Si no te resulta fácil darles forma, puedes ayudarte con una o dos cucharas.
- Algunos cocineros incorporan otros vegetales a la receta, como tomates rojos, pimientos verdes o cebollas. En el caso de estas últimas, deben estar previamente sofritas.
- Si la consistencia de tu masa para albóndigas lo permite (porque está lo suficientemente sólida como para tomar la forma redonda de este plato), puedes perfumarla con un poquito de caldo de pescado, para un sabor más intenso.