La leche frita es un postre tradicional de la gastronomía española, de esos que preparaban las abuelas. Esta receta es particularmente típica del norte de España.
Se suele preparar mucho en la semana santa, siendo considerado una receta infaltable en estas fechas.
Toma en cuenta que este postre no se hace de un momento a otro. Vas a necesitar varias horas para poder refrigerar la leche infusionada, para que cuaje antes de freírla.
También vas a necesitar paciencia durante la preparación de la mezcla para espesar la leche con harina, porque hay que hacer este proceso mientras se calientan los ingredientes con fuego bajo.
Leche frita, receta tradicional
Ingredientes
- 1 rama de canela
- 450 mililitros de leche completa
- 1 limón fresco
- 1 a cucharadita cafetera de extracto de vainilla
- 100 gr de azúcar blanco en polvo
- 50 gr de fécula de maíz Maicena
- Aceite vegetal o mantequilla
- 1 huevo
- ½ taza de harina de trigo
- Azúcar adicional en polvo
- Canela en polvo
Elaboración paso a paso
- El primer paso para preparar la receta de la leche frita es perfumar la leche. Uno de los aromatizadores que utilizaremos será la piel del limón. Entonces tendremos que lavar bien este fruto y retirar su piel con la ayuda de un pelador de vegetales. Hay que prestar especial atención a retirar solamente la parte verde o amarilla de la cáscara, y lo menos posible de la parte blanca debajo de la piel, porque esta tiene un gusto amargo.
- Luego, vamos a calentar la leche líquida en una cazuela u olla (reserva un par de tazas de este ingrediente, para después). Para aromatizarla, agregaremos la piel del limón, la vainilla y la canela. Entonces vamos a esperar que la leche aumente su temperatura y cuando casi rompa a hervir, la apagaremos. Enseguida taparemos la olla, la cambiaremos de lugar y la dejaremos reposar durante media hora. De esta manera, la leche se convertirá en una infusión.
- Cuando se termine el tiempo de reposo de la leche, retira la rama de canela y la piel del limón. Vuélvela a calentar, con el fuego lo más bajo posible. Esto tomará más tiempo, pero es esencial para un mejor resultado. Mientras se calienta, vamos a añadir el azúcar y disolverla. Para esto, moveremos la leche con la ayuda de una cuchara de cocina o mejor aún, de un mezclador.
- Mientras la leche se caliente, recuperamos la cantidad adicional de este ingrediente que habíamos reservado. La utilizaremos para disolver poco a poco la fécula, para asegurarnos de que se disuelva totalmente y de que no quede ningún grumo.
- Una vez que la Maicena esté totalmente disuelta, mezclaremos esta leche con el resto. Recuerda que el fuego tiene que estar al mínimo. Esto es importante porque hará que la leche vaya espesándose poco a poco. Mientras la leche se calienta, seguiremos revolviendo con frecuencia. Prestaremos especial atención a que la mezcla no se pegue al fondo de la olla.
- La idea es continuar cocinando y moviendo la leche hasta que esté casi cuajada. Más bien se volverá muy espesa y cremosa.
- Consigue un recipiente ancho o amplio, con paredes. Engrásalo para que el postre no se pegue. Decide si prefieres utilizar aceite o mantequilla (es mejor si está un poco fundida, pero nunca caliente). Lo ideal es que es molde sea lo suficientemente ancho para que cuando vertamos el líquido, termine quedando más o menos de un par de dedos de espesor.
- Cubre el recipiente con su tapa o en su defecto, con una película plástica. Guárdalo en el refrigerador por varias horas. De hecho, si puedes dejarlo toda una noche, la leche frita te quedará mejor.
- Antes de sacar la mezcla del refrigerador, bate un huevo en un bol. Al lado, acomoda un plato con la harina.
- Saca la leche cuajada del frío y muy cuidadosamente, córtala en rectángulos medianos. La mezcla debe despegarse sin problemas de su recipiente, puesto que anteriormente lo hemos engrasado.
- Calienta una sartén con un buen chorro de aceite, para freír los rectángulos de leche. Antes de meterlos en el aceite caliente, pasa cada rectángulo por el huevo batido y posteriormente por la harina, para rebozarlo.
- Fríe cada rectángulo por ambos lados, hasta que tome un color dorado. Cuando los vayas sacando del aceite, deposítalos en un plato cubierto con una hoja de papel absorbente, para quitar el exceso de grasa.
- Al lado, coloca un plato con una mezcla de azúcar en polvo y canela en polvo. Pasa cada rectángulo de leche frita por esta mezcla, para un toque final de sabor y de textura.
Consejos para preparar la receta de la leche frita
- Trata de conseguir un limón no tratado químicamente, para que su piel no contenga residuos de sustancias químicas.
- Para dar a la leche un perfume más intenso, puedes utilizar la piel de una naranja además de la piel de un limón. También puedes utilizar solamente la piel de naranja, si lo prefieres.
- Para mejores resultados, en lugar de utilizar esencia de vainilla puedes utilizar una vaina. En ese caso, hay que abrirla y luego sacar los granos que esta contiene, para agregarlos a la leche caliente.
- Opcionalmente, para limpiar la leche de los residuos de nata, puedes colarla una vez que termine el tiempo de reposo. Cuando la recalientes, utiliza una olla limpia.
- Si lo deseas, puedes incorporar a la receta un par de huevos a la receta, para ayudarte a espesar la leche. La decisión de usar huevos o no usarlos depende del gusto de cada cocinero. Para integrarlos a la preparación, primero hay que batirlos hasta obtener una espuma, y luego mezclarlos con el azúcar antes de añadirla a la leche.
- Puedes decorar la leche frita con más azúcar glass espolvoreada.
- Al momento de servir la leche frita, puedes acompañarla con nata, con frutas o con helado de vainilla.
Otros postres tradicionales que te recomiendo
- Torrijas, deliciosas también especiales para la semana santa.
- Natillas, caseras y fáciles.
- Ensaimada, típica de Mallorca.