Una salsa de champiñones con trozos grandes nadando en una base láctea. ¿No suena perfecto?
Antes de comenzar la preparación de esta salsa de champiñones, tengo que hacer una recomendación importante: hay que usar el sartén más grande que tengan para cocinar esta receta. Verán que el espacio será necesario.
Esta salsa con champiñones tiene tres versiones: con nata, sin nata y con tomate. Te voy a explicar con detalla cómo preparar la versión con nata, y luego te daré los tips para que puedes hacer las otras dos versiones.
Salsa de champiñones receta
Ingredientes
- 300 gr de champiñones
- 1/2 taza nata
- 1 taza de leche
- 1/4 de cebolla blanca
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de harina de maíz
- 2 cucharadas de mantequilla
- Sal al gusto
- Pimienta negra o blanca recién molida
Elaboración paso a paso
- Lo primero es cortar la cebolla en cubitos pequeños.
- También vamos a pelar el diente de ajo y picarlo de manera menuda.
- Luego habrá que cortar los champiñones, ya bien lavados, en rebanadas.
- Ahora vamos a derretir la mantequilla en un sartén, y con ella vamos a sofreír la cebolla y el ajo, a fuego medio. Hay que cuidar que la mantequilla no se queme y se torne marrón.
- Pasados unos cinco minutos, hay que añadir las rebanadas de champiñones a la cocción.
- Vamos a remover los trozos de hongos durante ocho minutos para que se cocinen.
- Enseguida, añadiremos 3/4 de la taza de leche, reservando el cuarto restante.
- En el poquito de leche que queda, vamos a agregar la harina y a revolverla bien hasta disolverla por completo. Solo entonces incorporaremos esta mezcla al resto de la preparación.
- Sin dejar de remover con una paleta de cocina, vamos a agregar media cucharadita cafetera de sal y la misma medida de pimienta.
- Ahora, disminuiremos la temperatura de cocción a fuego bajo y dejaremos cocinar el plato por 20 minutos, con el sartén cubierto, y vigilándolo con frecuencia para revolver los ingredientes. Hay que asegurarse de que no se peguen al fondo del sartén.
- Pasado este tiempo, hay que mezclar la crema de leche con el resto, probar la salsa para ver si está correctamente sazonada, y si hiciera falta, corregir el gusto con más sal y/o pimienta.
Se recomienda servir la salsa de champiñones y nata caliente y de inmediato.
Como siempre pensamos en los gustos y necesidades de todos, ahora veremos cómo preparar algunas variantes de esta receta.
- ¿Cómo se hace la salsa de champiñones sin crema?
Para los que no son amantes de la nata, se puede utilizar como alternativa la leche evaporada. Recuerden que se trata de la que viene en cartón o lata, y está especialmente destinada para la cocina o preparación de platos.
Con 300 ml de leche evaporada se reemplazan la crema de leche, la leche líquida y la harina de la receta de base. La leche evaporada se añade a la receta después de la cocción de los hongos. En este caso, los champiñones se dejan cocer un poco de más tiempo: alrededor de diez minutos. Una vez agregada la leche evaporada, la salsa solamente se dejará cocinar 10 minutos más.
- Salsa de champiñones con tomate
Esta versión de la salsa también queda deliciosa. Para prepararla, hay que añadir 4 cucharadas de puré concentrado de tomate a la receta de base, y disolverlos bien en la meza con la leche. Esto se realizará justo antes de la etapa de la cocción con el sartén cubierto.
¿Con qué se come la salsa de champiñones?
La primera cosa que me viene a la cabeza cada vez que pienso en salsa de champiñones es: pasta. Puede ser cualquier tipo de pasta, incluso raviolis o canelones rellenos.
Pero esta salsa también funciona muy bien para cubrir filetes de carne o pollo. Prometo que contra la etiqueta, terminarán limpiando el plato con un trozo de pan. No hay nada como una pechuga en salsa con champiñones, una buena carne en salsa de champiñones o hasta unas albóndigas en salsa de champiñones.
Para un giro inesperado de esta salsa, pueden bañar con ella un buen omelette. Van a sorprender a unos cuantos comensales.
¿Qué tipo de champiñones usamos?
Los hongos que llamamos habitualmente «champiñones » son también conocidos como «champiñones de París». Sin embargo, hay otros tipos de champiñones. Según la variedad, la carne del champiñón puede ser blanca, beige o más oscura o parduzca, aunque lo que vemos en la cocina es que después de una cocción prolongada, todos estos hongos tienden a oscurecerse.
El tipo de champiñón más común tiene dos variedades, una blanca y una parduzca, y cuenta con primos también comestibles como el champiñón “Bola de Nieve”, el “Champiñón Anisado”, el “Hongo de las Vacas” y el “Champiñón del Abeto”.
Para más ideas de recetas con champiñones, les recomiendo nuestra receta de crema de champiñones.