¿Te imaginas hacer un bizcocho sin horno, y que te quede tan esponjoso y sabroso como un bizcocho tradicional?
Aún si no tienes horno en tu casa, igualmente puedes preparar un delicioso bizcocho fácil, que te va a encantar. Y si cuenta con un horno en casa, pero no funciona, o simplemente no quieres utilizarlo, entonces esta receta también es para ti.
Toma en cuenta que para preparar este bizcocho sin horno, vas a necesitar una buena olla o cacerola, con una forma lo suficientemente uniforme como para servir de molde. Lo mejor es que las paredes no estén muy inclinadas, y que tampoco sean demasiado altas.
La olla también debe tener un buen diámetro, suficiente para darle forma un bizcocho.
Necesitarás igualmente un batidor manual o varillas eléctricas, un poco de papel encerado, y que la olla cuente con tapa.
Ten en cuenta que el tiempo de cocción indicado aquí es el mínimo posible. Esto puede cambiar en función del espesor y tamaño de tu olla, entre otros factores.
Receta de bizcocho sin horno, fácil y delicioso
Ingredientes
- 2 huevos grandes
- 150 gr de harina de trigo sin levadura
- 1 cucharada de polvo para hornear.
- 1/3 taza de azúcar
- 1 limón o naranja bio para utilizar la piel
- 1 vasito de yogur individual
- 2 1/2 cucharadas de mantequilla sin sal 40 gramos aprox.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Elaboración paso a paso
- Para comenzar, hay que sacar la mantequilla del refrigerador. Así esta se irá suavizando a temperatura ambiente, hasta que llegue el momento de su utilización en la receta.
- Enseguida, hay que lavar y secar el limón o naranja. Es importante que este sea bio, para que puedas usar la piel sin preocuparte porque está contenga residuos.
- Ralla la piel del limón o naranja, sin llegar hasta la capa blanca que está debajo de la superficie. Esta parte le daría un toque amargo a la ralladura.
- Conserva la ralladura de la naranja o limón en un pequeño recipiente.
- Luego, hay que cascar cada uno de los huevos, e ir separando las claras de las yemas. Puedes hacer esto con la ayuda de un utensilio separador, o si tienes un poco de práctica, simplemente ayudarte con los restos de las cáscaras. En cualquier caso, asegúrate de poner las claras en un bol, y las yemas en otro.
- Asegúrate también de que no quede ningún resto de las yemas en las claras, porque eso puede modificar la consistencia que estas tomarán al batirlas. Si vea algún resto de yemas, retíralo con una cuchara.
- Lo siguiente será batir las yemas, para que vayan levantando hasta llegar a punto de nieve. Puedes utilizar un batidor manual, o ayudarte con unas varillas eléctricas. En cualquiera de los dos casos, asegúrate de que las varillas o el batidor estén bien secos, antes de empezar a batir.
- Cuando comiences a batir, hazlo de arriba a abajo, con movimientos circulares, para ir inyectando aire a las claras de huevo.
- Cuando los huevos empiecen a tomar consistencia, agrega 3 cucharadas soperas de azúcar. Continúa batiendo para integrar bien este ingrediente à la mezcla y no pares hasta haber obtenido el punto de nieve.
- Sabrás que has obtenido la consistencia necesaria cuando puedas inclinar tu recipiente y la espuma ya no se mueva.
- Reserva las claras a punto de nieve y pasa a la preparación de las yemas. Agrega el resto del azúcar al bol que contiene estas últimas.
- Mide 4 cucharadas rasas de la ralladura de naranja o limón, y agrégalas también a las yemas de huevo.
- Incorpora también el yogurt al recipiente con las yemas. Haz lo mismo con la vainilla.
- Ahora, bate con ayuda de un tenedor o de un batidor eléctrico. No necesitarás el mismo tiempo que para las claras. Será suficiente con que la mezcla tenga un aspecto homogéneo.
- Para continuar, aplasta la mantequilla con un tenedor o pícala en cubitos muy pequeños. Luego, agrégala a la mezcla de yemas y yogurt, y bate hasta que quede bien integrada.
- Luego, coloca la harina en un cuenco y vierte el polvo para hornear. Mezcla con la ayuda de un tenedor.
- En este punto, habrá que mezclar las claras batidas con el resto de la preparación. Agrégalas a la mezcla y revuelve con movimientos delicados, para ir integrándolas, poco a poco. Revuelve hasta obtener una consistencia homogénea.
- Ahora, comienza a agregar poquito a poco la harina, mientras vas revolviendo. Asegúrate de que no se formen grumos, a medida que vas haciendo la mezcla. Repite el procedimiento hasta haber mezclado toda la harina.
- Cubre el interior de la olla o cacerola con una hoja de papel encerado. Trata de colocarlo de la manera más delicada posible, porque cada pliegue o arruga se marcará en tu bizcocho. Si deseas que el papel se pegue más fácilmente a la olla, puedes engrasarla primero (por dentro, en el fondo y las paredes ) con un poco de aceite o mantequilla. También puedes picar una parte del papel encerado con la forma del fondo, para que este quede totalmente regular.
- Una vez que el papel encerado recubra todo el interior de la olla, llena está con la preparación que has elaborado anteriormente. Lo ideal es que la mezcla no sobrepase la mitad de la olla, para que el bizcocho pueda crecer durante la cocción, sin riesgo de pegar contra la tapa.
Cocción del bizcocho sin horno
- Cubre la olla y llévala a cocción a fuego mínimo, durante 30 minutos.
- Cuando haya pasado este tiempo, verifica el estado de cocción del bizcocho. En principio, debe verse cocido, con los bordes un poco más dorados y un centro con los agujeros clásicos de un bizcocho. Si tienes dudas de la cocción en función de lo que ves, siempre puedes aplicar la técnica de hundir el cuchillo en el bizcocho, para ver si sale seco o no. Si aún no sale seco, vas a necesitar más cocción.
- La duración de la cocción de tu bizcocho puede variar en función del tamaño de la olla, la espesor del fondo y las paredes de esta, o incluso la potencia de tu cocina. Por esto, si luego de 30 minutos tu bizcocho aún no está lista, déjalo cocinar en intervalos de 10 minutos adicionales (aún a fuego bajo). Repite hasta que consideres que el bizcocho tiene un aspecto lo suficientemente cocido.
- Cuando el bizcocho esté listo, retira la olla del fuego. Consigue un plato o bandeja para poder desmoldar. Si esperas a que el bizcocho se enfríe, tendrás menos riesgo de quemarte. De lo contrario, asegúrate de utilizar unos buenos guantes de cocina.
- Una vez que el bizcocho esté volteado, retira los restos de papel encerado. Enseguida, decora según tu preferencia : con azúcar glass, con chocolate, con mermelada, con merengue o incluso sin nada.
Otras recetas fáciles que pueden gustarte
Si te ha gustado esta receta de bizcocho sin horno, también pueden interesarte :
- Este delicioso bizcocho de yogur, a la manera tradicional.
- Un sabroso bizcocho de zanahoria, fácil y muy esponjoso.
- Este bizcocho de manzana al estilo de la abuela, para comerse hasta la última migaja.
DEJA UN COMENTARIO